El Alma del angel

Ande y fui saltando de arbol en arbol hasta llegar de nuevo a la pequeña cabaña que tenia instalada en lo bajo de la monrtaña. Esta vez me sentia preparada, ya nada me debilitaba, me sentia muy fuerte, era una sensacion turbadora.
Llegue corriendo y empece a revolverlo todo, a llevarme lo estrictamente necesario, entre todo mis pociones.
Como sabia que todos ellos vendrian aqui en cuanto se recuperasen y estuviesen preparados decidi dejar una nota en la pared.
-Me alegro de que me vengais a visitar, nos vemos .

-Ir a por ella. Otra vez lo mismo.-afirmé con un suspiro.

Riku se había ido con ella. Tenía su lógica pero aun así...Si Geth estaba muerto, su madre ya estaba vengada, no tenía sentido ir más allá, no hacía falta hacer nada más. Todo terminaba allí, por lo menos para él...

-Deja de disculparte, ¿vale? Y va para todos, no ha sido culpa vuestra y no podíais haber hecho nada por evitarlo. Además, ya no hay herida no? Pues ya está. Mas nos vale preocuparnos por Alma y por donde tenemos que ir. Espero que no tengamos que quejarnos por otras cosas mucho más graves que esta.-dije señalando mi brazo.

-Deberiamos ir a su casa. Habrá ido a coger las cosas antes de irse, porque no creo que sea tan tonta como para quedarse allí a esperarnos. Cuando esteis listos avisadme. No deberiamos salir si alguno de nosotros no se encuentra bien.

-Todos estamos bien.

Cogimos las cosas y en unos minutos ya estábamos fuera. Bajamos por la montaña en las mismas condiciones que cuando subimos, pero mucho más rápido y sin entretenernos.

En varias horas ya divisamos la cabaña de Alma, que en esos momentos deseé no haber pisado nunca.

Empujé un poco la puerta y comprobé que la había dejado abierta, seguramente a propósito. Paseé la vista por la pequeña casa y observé que todo estaba revuelto, habia muchas cosas por el suelo y todas desordenadas. Aún así se notaba algo vacía, Alma habría ido rapidamente a por sus cosas, quizá temiendo encontrarnos allí. Fui con cuidado esperando encontrar alguna trampa o algo por el estilo pero no parecía haber nada peligroso allí dentro.

Alcé la vista hacia arriba y me fijé en algo que había pasado inadvertido. Arranqué el papel de la pared y sentí como el odio crecía en mi interior. Pero no me permití demostrarlo. Salí fuera y le di el papel a Gawa.

Ella sabía donde estábamos, preveía lo que ibamos a hacer. ¿Era tan fácil saber cual sería nuestro próximo movimiento?

Me fui corriendo de aquella vieja cabaña llena de recuerdos, la mayoria de ellos oscuros y que preferia no rememorar.
Segui caminando hasta dar con la aldea mas cercana, Luth Golein. Alli habia un criadero de caballos y decidi comprar el mas sano de todos.
Le palpe el hocico y le acaricie el lomo. Segun el criador debia familiarizarme con el caballo antes de montarlo.En principio este monto en colera cuando me acerque, sabia que yo no era de su confianza, que habia algo en mi que lo atemorizaba y por eso decidi darle unas gotas de un antidoto.
Al momento sus ojos adquirieron un tono mas apagado pero mas profundo y el caballo se tranquilizo. El criador se quedo estupefacto al ver lo deprisa que lo haba dominado, claro, era ciego y no se habia dado ni cuenta.
Decidi llamar al caballo Darkus.

Y encima detallista... cada vez me ponia mas nervioso. Era demasiado perfeccionista. y por ahi la pillariamos. Tendriamos que ir al pueblo vecino para descansar, reponer las provisiones y comprar algunas cosas. De paso podriamos preguntar s alguien la habia visto y hacia donde habia ido.

Cuando llegamos a Luth Golein empezaba a caer la noche. Si bien tras la bajada de la montaña estabamos cansados, aquello era demasiado. Todo el viaje había resultado agotador.

Cuando entramos todo me resultaba familiar, pero antes de ir a ningún sitio teníamos que preguntar a la gente si habían visto a Alma por allí.

Pasamos la noche en una posada que vimos abierta. Todos agradecimos dormir porfin a una temperatura normal. Aunque no creo que nadie quisiese despertarse, teniendo en cuenta el largo camino que nos esperaba. No tenia sueño, como de costumbre y di una vuelta por el pueblo. Vi un establo, nos harian falta unos caballos. De paso, pregunte al dueño por Alma, dijo que se habia decidido a ir al norte, hacia los muelles de Kurast. Aún no se que pretendia hacer allí, pero fuera lo que fuere, estariamos alli para impedirlo.

Nos levantamos descansados, teníamos que comenzar de nuevo otro camino, no sabía si mas o menos largo, solo que terminaría igual. O eso esperaba. Esto empezaba a ser algo monótono. Cuando creímos que todo había acabado no había hecho más que empezar a repetirse.:S

En poco tiempo cogimos las cosas y salimos de la posada con los caballos. Llegamos a un bosque que supuestamente tendríamos que atravesar antes de que anocheciera, aunque habíamos salido tarde y no era muy probable que llegáramos a tiempo.

Ni siquiera sabíamos por qué ibamos hacia el norte. Tan sólo la seguíamos a ella. ¿Qué o quién podría haber en el norte para que Alma fuera allí?

-Los muelles de Kurast...¿Cuánto tardaremos en llegar?

Me dispuse a ir al norte. De pequeña habia oido hablar mucho sobre esa zona, especificamente sobre los muelles de Kurast. Alli habia alguien que me interesaba.
Hice una parada en un pequeño pueblo que estaba de camino.Lo llamaban Armor porque se forjaban unas fantasticas armaduras.
Pase la noche en una posada, aun iba con adelanto, tardarian en alcanzarme. Deje a Darkus atado a la parte trasera de la posada y me tome una bebida escanciada. Los hombres me miraban extrañados, ya que pocas mujeres se pasaban por las tabernas. Uno de ellos me intento tocar el culo pero yo le pare los pies antes de que pusiese su sucia mano en mi. Se la cogi y aprete con fuerza. El borracho me miro con panico cuando vio mi rostro y se fue sin pagar de alli. Acto seguido mire a los demas desafiante pero ninguno se me volvio a acercar en toda la noche. Me parecia divertido verlos asustados, como niños...en otro momento hubiese jugado con ellos de manera cariñosa pero no tenia tiempo.
Soborne al camarero que me estaba sirviendo la bebida. Al principio se negaba en redondo a participar en mi plan pero fue enseñarle la recompensa y cambiarle la expresion.
Le di el veneno y le dije que echase solo dos gotas en la bebida de Gawa. Como no sabia quien era le señale que lo reconoceria en cuanto viese su armadura y su colgante (del cual le hice un boceto).
A las seis de la mañana parti sin entretenerme hacia el norte.

Sorprendentemente llegamos al siguiente pueblo, Armor, a tiempo de encontrar una posada abierta a esas horas.

Entramos en una en la que no había mas que varios hombres, que clavaron la mirada en nosotros. Lo más seguro es que no pasara mucha gente por ahí, y por eso no nos quitaban los ojos de encima.

Preguntamos al dueño sii habían visto por allí a Alma pero este no contestó. Nos indicó que nos sentáramos y nos dijo que nos traería la cena en unos minutos. La verdad es que parecía agradable. En poco tiempo ya estaba de vuelta.

No sabia por que, pero algo me habia sentado mal. Me dolia todo, estaba sudando, y a decir verdad, no hacia mucho calor. Sentia que todo a mi alrededor daba vueltas, no podia casi ni moverme.
- Chloe. creo, creo que... -Me cai al suelo sin poder hacer nada. No estaba inconsciente pero no tenia movilidad alguna en el cuerpo...

En unos instantes todos se acercaron a ver qué pasaba, mientras un camarero y SkanK lo subieron a la habitación.

-Tranquila, solo ha sido un desmayo. No hay nada de que preocuparse.-afirmó el dueño, quitándole importancia, al ver que yo estaba nerviosa.

-Ya, puede ser.-le dije casi sin mirarle, mientras me sentaba en una silla. Noté que Gawa estaba sudando, y ni siquiera hacía calor. No era normal, y mucho menos era un simple desmayo. Todo tras la cena...Era raro, y más aun sin saber si Alma habia pasado o no por allí. Si lo había hecho tenía motivos de sobra para pensar que le había envenenado. Si no...:S
Tenía que averiguarlo, y puesto que el dueño no estaba dispuesto a hablar, tendría que preguntar a algún camarero.
En vez de quedarme allí mirando al inmóvil Gawa preferí hacer algo para averiguar qué pasaba. Estaba bajando las escaleras cuando uno de los camareros las subía. Era poco mayor que yo. Y una oportunidad perfecta.

-Oye, ¿puedo hacerte una....-me quedé observandolo unos segundos. Ya le había visto antes, en otro lugar.

-Chloe!¿Te acuerdas de mí?-dijo con una sonrisa.

-¿Yarit?.-dije, no muy convencida. Solo le habia visto una vez, y ni siquiera hablamos casi nada, además hacía tiempo.-Bueno, lo que decía, ¿puedo hacerte una pregunta?

-Sí, claro.

Le pregunté si había visto pasar en los ultimos dias a Alma y me dijo que si, pero que salio hacia un par de días. Solo estuvo una noche. Suficiente. Le di las gracias a Yarit por su ayuda y volví a subir las escaleras, ahora más rápido que antes. Si estaba en lo cierto Gawa estaba envenenado, y tratandose de Alma...el veneno podía ser mortal. Tenía que avisar a Castalia y SkanK inmediatamente.

Gawayn envenenado e inactivo. Skank y Castalia

-Envenenado?!?! hija de puta... pues ya sabeis, el camarero es lo unico que tenemos. Ahora vengo.
-Skank, que salga vivo. No nos vale de nada muerto.
Me dispuse a asaltar al camarero, estaba en una terraza, asi que no me seria muy dificil. Lo cogí por la espalda y le tapé la boca para que no gritase.
-Esta bien, yo no me ando con juegecitos. Tienes treinta segundos para decirme todo lo que sepas. no obtuve respuesta alguna, lo cual me enfurecio mas que una simple mentira
-Ultima oportunidad. Que sabes de ella. igual que a la pregunta anterior, no saque nada en claro.
-Ya me he cansado lo amordacé y lo subí al tejado por fuera para que no nos viese nadie
-Voy a preguntarlo todas las veces que haga falta. pero esta vez cada vez que lo pregunte, te daré un corte en terminaciones nerviosas. no me interesa matarte.
-Donde esta?......parecio retorcerse de dolor. yo no tenia prisa.
-Donde esta?.......estaba sudando, no creia que se fuese a desmayar
-DONDE ESTA?! oi un ruido cerca, apagué la luz y me escondí

En mi travesia al Norte hice varias paradas, siempre encontraba pequeños pueblos y aldeas escondidas entre montañas.Los habitantes se mostraban muy amables conmigo y se agradecia.
Llegue a un pequeño valle que estaba completamente nevado, el lago estaba congelado y Darkus apenas podia beberse el agua tan helada. Por suerte habia una pequeña caseta cerca.
Llame a la puerta y me la abrio un hombre de facciones marcadas, con la espalda encorvada y apoyandose sobre un baston.
Le pedi amablemente si me dejaba darle agua en condiciones a mi caballo, y bueno, tambien dejarme entrar a mi.Se mostro jovial y me invito a sentarme en una silla cerca de la leña ardiendo.
Me quite la vieja capa que llevaba puesta y me calente. El hombre apenas me hablaba pero me dio un plato de sopa caliente.
Habia algo en el que me inquietaba demasiado, algo que no queria remover.

-¡¿Qué te crees que estás haciendo?!-le grité a SkanK, que suponía se había ido o escondido.- ¡Déjalo ahora mismo!

-Si crees que así vas a conseguir algo...-le dije a las sombras, y acto seguido solté a Yarit, quien casi no podía mantenerse en pie.

En unos minutos lo curé y decidimos hacer como si nada hubiera pasado. Sería mejor para todos. De todas maneras necesitábamos saber qué había hecho Alma allí y dónde estaba, por lo que se me ocurrió otra solución menos radical. Puede que Yarit colaborara sin que hubiera que torturarle...Al menos ahora que lo había "salvado" y que me conocía de antes.
Tal y como había pensado, según él, el dueño había recibido un pequeño frasco con veneno e instrucciones de Alma la noche antes de marcharse. No hacía mucho tiempo de eso, por lo que el veneno podría seguir por alli. Yarit aceptó mi propuesta de que fuera a buscarlo, ya que además de tener acceso a todos los rincones de la posada, se sentia un poco culpable por el estado de Gawa.

Mañana por la mañana con suerte tendría el veneno y podría averiguar un antídoto, aunque todavía no tenía muy claro cómo.

-No te preocupes, se recuperará. No dañé ningún órgano vital. Así aprenderá que no puede ir por ahí envenenando a la gente sin pagar por ello. Buen trabajo lo de Yarit, espero que podamos conseguir el antídoto pronto. A Gawayn no le pasará nada grave, pero así no podemos seguir. Y créeme, fue mejor que lo interrogase yo. Si hubiese sido Castalia... no se si ahora mismo seguiría vivo. Lleva un mosqueo increíble. al fin y al cabo era bastante lógico, yo también lo estaría si fuese mi hermano, aunque básicamente lo era...
-Voy a ver como esta Gawa, luego nos vemos.

-Está bien, lo entiendo, pero muerto no nos hubiera servido de nada. Podriais pensar un poco antes de hacer algo. Y la culpa es de Alma, asi que si estais cabreados ya lo pagareis con ella. Bueno, voy a ver qué pasa con el veneno.

Bajé las escaleras, que es donde había quedado con Yarit, que debería estar por allí sii es que había conseguido algo. Apareció a los pocos minutos con un frasco muy pequeño entre las manos. Me lo dio, seguro de que era el veneno que Alma había dejado al dueño. No parecía importarle meterse en problemas con tal de ayudarnos y a la vez sentía curiosidad por lo que estaba pasando.

-¿Sabéis como curarle?.-preguntó refiriéndose a Gawa. Era casi un desconocido, pero no sabía por qué inspiraba confianza, además, no podría hacer mucho con la información que yo le diera.

-La verdad es que no, no entiendo mucho de venenos...:S.-Y era verdad. No tenía absolutamente ni idea de como conseguir el antídoto.

-En las afueras del pueblo vive una anciana que vende pociones y cosas de estas. Podeis ir a preguntarle a ella. Quizá os ayude.

-Si!.-era una gran idea, y lo único que podíamos hacer en ese momento.- Gracias, de verdad.

Subí las escaleras rápidamente para contarselo a los demás. Sin sorpresa descubrí que Gawa seguía exactamente igual, y no sabía hasta cuando podría durar. Siempre procuraba estar por la habitación, pero el encontrar siempre lo mismo y saber que no se podía hacer nada por ayudarle me sobrepasaba. Era demasiado, y no podría soportarlo mucho más. Había que hacer algo.

Esa misma tarde iría a la casa de la anciana de la que me había hablado Yarit.

Cuando me iba a despedir del amable anciano para llegar cuanto antes a los muelles de Kurast, este me paro.
Se quedo mirandome un buen rato hasta que hablo.
-Has cambiado tanto...Me acuerdo cuando venias con tu padre y con tu hermano...
Mi hermano, no queria recordar, no permitia que nadie hablase de mi pasado y menos un viejo al que ni recordaba, me empece a violentar por haberlos nombrado.
-Mire, no me acuerdo de usted, no se de que me habla...DEJEME EN PAZ Y NO NOMBRE A MI FAMILIA EN MI PRESENCIA, el pasado es el pasado y no permito que me lo recuerde!!!!
Mis ojos echaban chispas pero el anciano se mantenia sereno esperando quiza a que me calmase para decirme algo.

Cuando creí que no iba a encontrar nada más que árboles, una vieja mansión apareció ante mí. Según Yarit allí encontraría a la anciana, aunque no parecia muy habitable. Me aproximé a la puerta y descubrí que estaba abierta. Al entrar la habitación era como una tienda, con muchos frascos diferentes, que contenían líquidos de todos los colores, en estantes por toda la estancia. En el centro estaba ella, probablemente esperando a su próximo cliente. Su mirada transmitía paz y se apreciaba en ella una sabiduría infinita.

No sabía muy bien qué decir, por lo que le tendí el frasco preguntando si tenía el antídoto.

-Conozco este veneno. Mortal, por lo que no hay antídoto.-seguramente mi cara reflejaría lo que sentía en ese momento, asi que añadió.-pero creo que puedo conseguirlo, con tiempo y los ingredientes necesarios.

-¿Cuánto tiempo?

-Es mucho trabajo, pero podré conseguirlo en dos o tres días. ¿Está bien?

-Si, claro. Muchísimas gracias. Aquí estaré.

El anciano puso sus manos sobre mis hombros en señal de consuelo y entonces no supe que hacer. Me quede callada, esquivandole la mirada.
A continuacion empezo a hablar y yo no pude soportarlo, sus palabras caian como losas sobre mi memoria.
-Alma, tranquilizate, soy Helmet, se que te acuerdas de mi, en el fondo lo sabes perfectamente solo que te has obligado a ti misma a olvidar, a dejar en un pozo negro lo que paso en tu infancia.
-CALLESE, no le he visto en mi vida, no trate de manipularme.
Helmet suspiro lentamente y dejo de tocarme los hombros.
-Ya se que te duele profundamente lo que ocurrio por entonces y no soy quien para obligarte a rememorarlo, pero tu no tuviste la culpa, eras muy joven e inexperta y sobre todo inocente. Tu hermano murio y contra eso no hay nada que hacer, pero deja de culparte por ello.
Ahora si, me senti impotente y por primera vez en años llore.

Salí de la posada en dirección al bosque, ya habían pasado dos días y la anciana debería tener el antídoto.
Al llegar llamé a la puerta, que estaba cerrada y al instante apareció la mujer para abrirla.

-Sí, pasa. Aquí está.-dijo enseñándome un frasco minúsculo con un líquido rojizo.

Estiré la mano para cogerlo, casi sin pensarlo, pero ella lo apartó. ¿Cómo había podido ser tan ingenua? Por supuesto que no era gratis, la verdad es que nunca me había planteado el precio, pero no estaba preparada para lo que ella me pidió. Era... demasiado.

-¿Qué? No puedo pagarlo.

-Lo tomas o lo dejas. El veneno es mortal, esto devuelve la vida y me ha costado mucho trabajo. No pensarás que lo voy a dejar ir tan fácilmente y sin recibir nada a cambio.

-No, pero...

-Te doy un día. Tendrás que tener el dinero mañana por la tarde. Adiós.

Salí de la casa totalmente perdida, no sabía que podía hacer para conseguir el dinero. No podría conseguirlo ni vendiendo todas las cosas que teniamos, y mucho menos en un día.
Paseé por las calles despacio, de vuelta a la posada, pero antes crucé por la puerta de un taller donde estaban forjando una armadura que estaba al lado de una tienda en la que probablemente se vendería. Al instante una idea acudió a mi mente. Sí, aquella podía ser la solución.

-¿Cómprais armaduras?

Helmet me llevo a la parte trasera de la cabaña, estaba repleta de nieve aunque en primavera se llenaba de flores silvestres y lo sabia demasiado bien porque yo habia estado alli en esa estacion.
Fuimos andando hasta llegar a un pino muy alto. Quito el monton de nieve que se acumulaba a sus pies y alli estaba lo que mas temia. Era un roca con una inscripcion. O mejor dicho era una tumba.
Me agache y lei lo que ponia, Jonet Yerat, simplemente.
Helmet me señalo el tronco del arbol y lo mire. En el habia un dibujo, eran dos muñecos abrazados y envueltos en un corazon.