LBS [Language boarding school]

Era una mañana de otoño, como otra cualquiera. Mis queridísimos padrastros habían decidido que seria muy reconfortante librarse de mí llevándome a un maldito internado de Los Ángeles, y allí estaba. Era un recinto enorme, compuesto por tres pabellones gigantescos, color piedra y mas antiguos que yo que se. Cuando entré esa sensación de llegar a una cárcel se hizo aun más fuerte, al menos no había uniformes. La directora era una mujer bajita, rellenita, de pelo negro canoso, ojos marrones y sonrisa diabólica. Me explicó que el pabellón del este eran los dormitorios de los chicos, el del oeste el de las chicas y el central eran las estúpidas, absurdas y aburridas aulas. Cuando termino de darme la chapa me llevaron a mi habitación, era pequeña y estaba en un largo pasillo con puertas a un lado y a otro, como la prisión de Guantánamo. Deje mis cosas en la cama, con un colchón mas duro que la piedra, y observé la cama de al lado.

-Genial, una niña pija durmiendo conmigo-Dije en alto.

En realidad no tenía ni puta idea de quien era mi compañera de habitación, pero lo más probable fuese una niña pija y mimada a la que habían mandado aquí sus papas ricos para que aprendiese absurdos idiomas y llevase su querida empresa.
Observé por la ventana, era un patio enrome entre los pabellones, lleno de césped y arboles, en el centro una grandiosa fuente con una estatua del fundador de la escuela, horrible. Había un montón de tíos y tías tumbados en el césped hablando o estudiando, y los canijos correteaban de un lado a otro intentando atraparse.

-¿Cómo es posible que acabe de llegar y ya odie este estúpido lugar?

Salí de aquella apestosa habitación y baje al patio, en busca de sociabilizarme o encontrar alguien a quien putear.

Estaba tumbado en el césped, que aún estaba húmedo por la lluvia que el día anterior había caído. Hacía un buen día. O al menos, lo que yo llamo un buen día. El aire era fresco, te acariciaba la cara, y ni un solo rayo de sol atravesaba el manto de nubes que cubría el internado. Era domingo, por lo que gracias a dios, no había clases. No prestaba atención a nada en especial de lo que sucedía alrededor, me limitaba a escuchar la música que salía por mis auriculares. Me encanta la música. Podría pasarme horas al día escuchando mis canciones favoritas y, de hecho, muy a menudo lo hago. De todas maneras, hay demasiadas cosas mas por hacer encerrado en internado? De repente, una tipa rara de verdad que salía por la puerta de la torre derecha, las habitaciones femeninas, me llamó la atención. Con aquellas pintas, la hubiera recordado de haberla visto antes por allí. Madre de dios... Como se podía ir así por la vida? Will iba a reírse un buen rato cuando se lo contara. Últimamente no solía llegar demasiada gente al centro (eso decía mucho de él) pero los pocos que llegaban... eran raros de verdad.

Estaba andando por aquel patético patio, todo el mundo me miraba raro.

-¿Qué pasa? ¿Tengo monos en la cara?-Dije en un tono vago

Me tumbé en un trozo vació de césped y observé a mi alrededor, no muy lejos había un chico, no muy mayor, con una chaqueta de cuero y unos cascos que me miraba fijamente. ¿Qué coño quería ahora? Odio que me miren así, me ponen de los nervios. Cerré los ojos y suspiré ¿Dónde había dejado mi guitarra? Ah, si, en la habitación. Me incorporé y mire de nuevo a ese chaval ¿Por qué no dejaba de mirarme? Me levanté y fui hacia él.

-Oye, ¿Te pasa algo? ¿Quieres algo? Porque si no es así, deja de mirarme ya ¿entendido?

En realidad, la había seguido con la mirada, hasta que se sentó también en el césped, pero después me había limitado a disfrutar de la música. Aunque por lo visto había olvidado dejar de seguir con la mirada a aquella tia.

- Ey, ey, relájate anda- Dije mientras me reía interiormente, y no podía evitar que una pequeña sonrisa se me escapara- no me pasa nada, es solo que no me sonabas de nada, punto. Si a ti tampoco te pasa nada, cosa que dudo, por que deberías mirar lo de tu agresividad, sigo a lo mío.

Volví a tumbarme, con los ojos cerrados. Madre de dios...

¿Agresividad? ¿De que demonios iba este tio? Buah, otro capullo que juzga sin conocer, odio a este tipo de gente, se creen saberlo todo sobre todos, son inutiles, como todos los tios.

-Pfff... Gilipollas.

Me giré y volví a mi trozo de cesped, me senté contra un arbol, me puse mis cascos y comenzó a resonar en mi cabeza ''Over my head'' de Sum 41. Mientras la canción sonaba en mi mente volaba la tablatura, que em sabía de memoria con la guitarra. Suspiré y dejé que mi imaginación fluyese pero, sin llegar a soñar.

Llevaba ya tres meses de calvario metida en aquella cárcel, desde que a mis padres se les había ocurrido la fantástica idea de meternos a mis hermanos y a mi en un internado de los caros y bilingÜe mi ánimo había sido chafado.
3 meses y ni un solo amigo. Por un lado era muy triste y por otro un alivio, prefería no contagiarme de la tontería de la población rica adolescente del siglo 21, además de que sería horrible perder mi personalidad y volverme de uno de esos grupos estúpidos que definían tu nivel de "felicidad" y tu lugar en el mundo.
Desayuné tranquilamente y fui a ver a mis hermanos, los únicos que no me evitaban, aunque a veces no los podía soportar por el mero hecho de ser unos niños de papá. Al menos me querían tal y como era- Qué estoy diciendo, si solo son niños-.
Después me salí al jardín vallado que rodeaba el internado. Me senté bajo un Sauce y me puse a leer un libro que estaba muy interesante. Ah...ese era el mejor momento del día, el único en el que podía estar relajada y feliz. Por desgracia dos alumnos empezaron a montar jaleo y la paz que me embriagaba se rompió.
-Vaya mierda, no puede una estar tranquila.
Me acerqué a ellos como llevada por una fuerza sobrenatural y otra vez con esta fuerza les intenté decir que se callasen, pero las palabras me fallaron y de mis labios solo salió el silencio. Vi como los otros dos se reían de mí y me llamaban nerd, empollona, rara...me puse roja y se hizo un nudo en mi garganta.

Estaba en mi intenso éxtasis musical cuando oí barullo un poco mas lejos, me quite los cascos y observé, al parecer dos chavales estaban insultando a un chica. Me levanté y me dirigí hasta allí, al parecer se dedicaban a llamarla ''nerd'' y ''empollona'', seguramente la chica no habría hecho nada y me decidí a actuar.

-A ver, amigos. ¿Que pasa aquí?

Los dos me miraron y empezaron a reírse.

-Eh mira, una niña emo.

Suspiré y puse en tensión mis puños.

-Oye, el emo serás tu, o como mínimo masoquista por que te estas ganando una ostia, así que cierra tu bocaza.

-Cállate tu, emo.

-No soy emo, soy Punk, pero para un inepto como tu te bastara saber que voy a patearte el trasero como no te calles.

El otro comenzó a reírse, al parecer no eran amigos.

-¿Patearme el culo? ¡Atrévete, niñata!


Trague saliva y le empujé contra la pared de uno de los edificios, se golpeo con fuerza y perdió el equilibro.

-Largo.

Se levantó y se fue corriendo, el otro chaval le imitó. Miré a la niña y suspire.

-Pasa de ellos.

Me giré y empecé a andar hacia las habitaciones

Antes de que me diera cuenta, el sol comenzó a esconderse, detrás del manto de nubes que habían impedido su visión durante todo el día. Tenía algo de hambre, y no faltaba demasiado para la hora de cenar, así que comencé a caminar hacia el comedor. Me encontré a Mat por el camino, dirigiéndose a las habitaciones.

- Ey tio! ¿Donde te has metido todo el día?

- Bah, por ahí, ¿has visto a la nueva?

- Iba a preguntarte lo mismo- Dije descojonándome de risa.

- Bua, pues ya ahora te cuento subo un momento y ahora bajo

- ¿Vas a ir a la habitación?

- Claro

- Te espero en el comedor, ¿me lo subes y lo dejas cargando porfa?- Dije mientras dejaba el reproductor en su mano

- Pfff... que perro... Hasta ahora, anda

- Gracias!

- Que te den!, jajaja

Me dirigía a la mesa de siempre, a la derecha del comedor, y Wally ya estaba sentado. Tenía la mirada perdida, totalmente empanado, y le sacudí un poco el hombro al sentarme.

- ¿Ta Wally o ta en la luna?

Subí a la habitación y me tumbe un rato a al cama hasta que el barullo me hizo salir de mi trance, salí y seguí a las masas hasta el comedor, situado en el edificio central. Cogí una bandeja y me echaron un trozo de carne que parecía mas bien un ladrillo camuflado, un poco de lechuga pocha y unos tomates verdes. Genial, encima aqui se come mal. Me senté en uan de las mesas del fondo y empecé a intentar pinchar aquel ''filete'', pero era imposible, suspiré y mire a mi al rededor, el tio que me había llamado agresiva estaba un poco mas lejos, con otro chaval. De pronto em fije en que bastante gente me miraba, a lo mejor se habían enterado de la ''pelea'' con esos dos chavales.

Estabábamos terminando de cenar, mientras Wally y Mat discutían sobre qué canciones tocar el viernes siguiente.

- Vamos a ver...- Comenzaba a desesperarse ya con el tema. Llevaban igual desde el viernes pasado- Que la Jam es una vez al mes, ¿que mas da que canciones toquemos? Ni que tuviéramos para llenar dos discos, macho, ¡que tenemos 6 canciones! tocamos las que no pudimos el mes pasado y punto, ¿no?

- Pero ya quedamos en tocar algunas versiones. La gente prefiere oír canciones famosas.

- Que llamen a Green Day si quieren oír sus canciones.

- Eh, eh, eh, eh, eh, eh... Menos con Green Day.

- Green Day mola- Asentí con la cabeza, interviniendo en la conversación por primera vez.

- No te lo discuto, pero yo molo mas... Jajaj

- A ver... dos nuestras una versionada, en tres viernes habremos tocado todas las que tenemos y cada viernes uno de los tres podrá elegir una versión que le mole. Coño que es bien fácil, ¿eh?- Dieron el tema por zanjado, y permanecimos un rato en silencio.- Por cierto, ¿que pasa con la nueva? ¿Soy yo o es el centro de atención del comedor?

- Buaa! ¿no te has enterado? Va de guay, jajaja.

- ¿Quee?

- Eso

- Pero cuéntame que es eso, coño

- Ah, pues eso, que se ha encarado con Joe y el baboso que lleva pegado al culo por que se metieron con la friki.

- ¿Que? ¿Que Friki?

- Se llama Ribel- Dijo muy segurro Wally. Cuando Mat se le quedó mirando, se corrigió al acto- Creo recordar, ¿eh?

Suspiré, harta de las miraditas y los susurros de la gente y me levanté del asiento, caminé hacia la puerta, me giré, les sonreí a todos y salí de allí. Subí rapido a la habitación, cerre la puerta y enchufé el amplificador de la guitarra, la saqué de la funda, la conecté, subi el volumen, cogí una pua y comence a tocar ''TNT'' de AC/DC. Seguí tocando un buen rato mas canciones de AC/DC, y cuando em cansé comencé con las mias propias, empezando por una dulce melodia punk-rock titulada ''Heart in the sky''. Mientras, iba pensando como solucioanr mi mala fama en el maldito internado, aunque en el fondo me daba igual lo que pensasen, si me tocaban mucho las narices yo iba a volver a saltar, aqui eran todos unso irrespetuosos maleducados, como la mayoria de niños pijos del mundo. Cuando acabé con la canción empecé con una mas fuerte, que había titulada como ''I hate the society'', en la que hablaba sobre todas las cosas que odiaba del comportamiento de la gente

Llegamos a LBS cargadas de bolsas. Iba acompañada de Amber y Ashley, mis mejores y halagadoras amigas. Técnicamente no se podía salir del internado cuando se quisiera, pero con un par de llamadas de nuestros padres todo cambiaba. Como cada semana, habíamos pasado una tarde entera de compras sin preocuparnos por nada más. Nos lo pasábamos genial, ya que la ropa era bastante importante para nosotras. Era una manera rápida de clasificar a las personas, no merecía la pena esforzarse más.
-Amo los zapatos que te has comprado, Claire.
-Sí, yo también. Son ideales.

Cruzamos el jardín mientras anochecía, no había casi nadie fuera. Amber y Ashley subieron hasta una sala común exclusiva para unos pocos, los que formaban parte de nuestro grupo, algo como la élite de LBS. Todos habíamos ayudado en su decoración y ahora pasábamos la mayoría del tiempo libre allí, sin tener que mezclarnos con los demás que no estaban a nuestra altura.
Yo estaba cansada y me fui directamente a mi habitación. Además tenía que decidir la ropa para el día siguiente. Conforme me fui acercando a la puerta el ruido de una guitarra fue aumentando.
Abrí la puerta, dejé las bolsas en el suelo y me quedé mirando a la chica entre sorprendida, indignada y horrorizada.

-¡¿Qué haces aquí?! :S

Dejé de tocar en cuanto una niñata pija llena de bolsas entro por la puerta.

-¡¿Qué haces aquí?! :S

Me quedé mirandola ¿Esta era mi compañera de piso? Que puta mierda, seguro que era una niña de papa superficial, la había cagado pero bien.

-¿Yo? Yo soy tu compañera de habitación asi que mas vale que alejes tus pijadas y cutrerias de mi y te portes bien o vas a sufrir mucho ¿Me has oido?

No pude evitar reirme, me encantaba amenazar a las niñas pijas, era tan divertido. Dejé la guitarra en su funda y apagué el amplificador, esperando que la niña bonita saliese de su estado de shock

Tras recuperarme un poco de la sorpresa decidí que ni siquiera merecía una respuesta. No iba a perder el tiempo hablando con gente como ella, sobre todo teniendo esa actitud insoportable.
Le di la espalda, saqué la ropa de las bolsas y empecé a colocarla en el armario con cuidado. A los cinco minutos recibí un sms de Amber.
"Me han dicho que te esperaba una sorpresita mal vestida en la habitación. Qué tal?"
Vaya, las noticias vuelan...Dejé la ropa y le contesté sin muchas ganas: "Piensa que es superior o algo así, y es super borde. ¿Te lo puedes creer? Mañana hablamos. Deséame suerte."

Terminé de ordenar todo, me recogí el pelo y me senté en la cama.

-Me llamo Claire.-dije más que nada por educación.

Me tumbé en la cama y cuando iba a ponerme los acscos contestó.

-Me llamo Claire.

Me reí, la verdad es que era un nombre bonito. Me incorporé en la cama y me quedé observandola un rato, era bastante guapa, tal evz, debería hacer amigos, tenía que hacerlos, y mejor que estuviesen en grupos altos.

-Yo soy Shane, perdón por hablarte borde antes, espero que no me guardes rencor.

Sonreí de forma un poco forzada y mire por la ventana, la luna se veía enorme desde aqui.

-Ya...No pasa nada.

Le devolví la sonrisa, pero en realidad no me hacía ninguna gracia tener que compartir la habitación. Había tenido esa habitación para mí sola desde poco después de llegar, cuando la única compañera que había tenido se fue a la semana de estar aquí.
Me levanté y me asomé por la ventana, se llegaba a ver el Pacífico desde allí.

-Es super bonito.

Después me fui a poner el pijama, eran poco más de las doce.

Aparté la mirada hacía la pared mientras ella se ponía el pijama, por educación, cuando terminó miré por la ventana de nuevo.

-Si, es muy bonito...-Suspiré

Me acordé de la casa en la que viví durante unos meses en europa, el atlantico era precioso, tal vez no debería haber provocado que me enviasen aquí... todo esto era una mierda.

-Oye, ¿Cuanto tiempo llevas aqui? ¿Por que te han traido tus padres?

Me quedé mirandola, era rica, ella no tenía porque estar en un internado, juraría que aqui solo enviaban a los niños que no soportaban.

-Solo llevo aquí un año, antes mi hermano y yo vivíamos con mis padres en Londres e íbamos a un colegio mucho mejor que este. La verdad es que nunca imaginé que íbamos a acabar aquí pero bueno...Los idiomas son muy importantes, ¿no?.-dije repitiendo la frase de mi padre.
-¿Y tú?

La verdad es que no me interesaba demasiado, pero no tenía sueño. Mientras esperaba a que contestara recordé que mañana teníamos clase...

-Yo... es una historia muy larga, no quiero aburrirte, a demas, mañana hay clase ¿no? ¿En que curso estas?

Suspiré de nuevo, odiaba recordar mi pasado, la muerte de mis padres, todas esas familias y... el toque final por el que me habían enviado aquí, tenía que olvidarlo, eso iba a ser lo mejor y ¿Que estaba haciendo? ¿Por que hablaba con esta tipa? No me caía bien, solo quería tener algo de influencia por aquí, y no de la mala, como me había ganado con la pelea.

-Sí, mañana hay clase y estoy en 1º de bachillerato.
Miré la hora y era bastante tarde, así que decidí irme a dormir ya.
Me metí en la cama y cerré los ojos, dejando a la nueva a solas con sus pensamientos.

Me quedé mirando al techo un buen rato, no podía dormir, no quería dormir, no debía. Siempre, cuando cerraba los ojos tenía pesadillas, con el día de la muerte de mis padres, con todas las veces que me habían pegado, las veces que yo misma la había cagado. Me incorporé en la cama y miré el reloj. La una. Me levanté con cuidado para no despertar a Claire, no em caía bien, pero tampoco iba a joderle la noche. Salí al pasillo y bajé sigilosamente al patio, alli se estaba muy bien. Me tumbe bajo el amapro de un arbol y me quede mirando las estrellas, a veces sentía que este mundo no era el mio. De pronto algo llamo la atencion, dos sombras salían del pabellon de los chicos y se dirigían hacia mi, me levanté rapidamente y les observé. Eran los dos de esta mañana.

-Tu, niña, ¿que te crees? ¿Que puedes pegarme e irte por las buenas?

El otro chaval se rió y los dos se acercaron de forma amenazante, me puse en guardia y golpeé, el primero cayo al suelo, el segundo me golpeó en la tripa, acto seguido le di una patada en la espinilla y tambien calló, cuando me quise dar cuenta ya tenía al otro encima, caí al suelo de un golpe y me levante de forma rapida, evitando una patada en el estomago que pretendian darme, golpeé al segundo con un puñetazo en el estomago y al otro con un codazo en la boca, al instante empezaron a chillar, todas las luces de los pabellones se encendieron. Perfecto, primer dia en el despacho del director.

Eran las 7 de la mañana, y el despertador sonó rompiendo el sueño de Mat, que no tardó demasiado el levantarse... pero para varias, no el mío. Hacía falta mas que un despertador para que yo madrugara. Pasaron los minutos, y a cuarto mi compañero de habitación comenzaba a cansarse de que ignorara sus avisos.
- Y cuarto macho, no te aviso más, me largo a la ducha.
De todas formas, tardé en levantarme de la cama, y permanecí sentado un buen rato. Llegaría un poco tarde al desayuno, ni que todo el mundo necesitara media hora entera para desayunar. Las clases no comenzaban hasta las 8. Clases... ¿Que tocaba a primera hora? ¿Historia? No, los martes tocaba Historia a primera, los lunes Alemán. Joder... ¿Para qué tantos idiomas? ¿Alguien pensaba vivir toda su puñetera vida viajando y viviendo tres años en cada lugar para emplear todos los idiomas que se estudiaban aquí? Debían escogerse tres obligatorios, aunque dado que las otras opciones no eran mejores, la gente solía elegir cuatro para librarse de los refuerzos de Matemáticas y demás. Mat salió de la ducha, después de los 10 minutos que nadie le quitaba, interrumpiendo mis pensamientos sobre lo muy mierda que era este instituto-internado. Pocas personas que estudiaran aquí pensarían lo contrarío. Demasiadas horas muertas sin poder ir a ningún lado.
- Espabila tio, espabila
- Joder vete a tocar las narices a tu hermanito un rato anda...
- No tengo hermano
- Es verdad, por eso me jodes la vida, ¿verdad? Ahora bajo anda.

No tardé en ducharme, vestirme, peinarme y bajar. La mitad del tiempo que Mat había dedicado a solo lo primero.
El comedor estaba lleno ya, y me senté en la mesa de siempre.
- Tio... lo que me han contado chaval- Comenzaba Wally
- Es bestial, la nueva es bestial, ajaja- Mat se estaba empezando a emocionar. ¿La Nueva? ¿Otra vez ella?
- ¿Que? Joder, ¿otra vez la pava esa?
- Tío... que no es para menos, que le ha pegado una paliza a Joe, de verdad, que esta en la enfermería! ajaja ¡A Joe! Dios mio... es que aun no me lo creo.
No podía creerme todo lo que estaban contándome, pero allí estaban todos. El comedor entero susurrando, cuchicheando, y por mas que buscaba Joe y el babosa no estaban por ningún lado. Todo era de locos. Una puñetera parida de locos.

Despues de recibir un sermon de la directora y pasar por la enfermeria aque me curasen la pequeña herida que tenía en la cara volví a la habitación, dormí cosa de dos horas y me levanté a las 6, me duché, me vetí y bajé al patio, exactamente a la zona de la pelea, aun no había nadie despierto. En el suelo había unos pequeños charcos de sangre, provocado por las multiples heridas que se habian llevado esos dos, que debiluchos eran. Me quede un rato mas allí hasta que a eso de las 8 menos veinte fui al comedor. Cuando entré todo el mundo se me quedó mirando y yo no pude evitar reir, me hacían mucha gracia. cogí un vaso de leche y me sente en una de las mesas el fondo, como la otra vez, harta de que me mirasen sonreí.

-¿Que pasa? ¿Otra vez tengo monos en la cara? ¡Meteos en vuestros asuntos!- Me habían enfadado.

Entré en clase, después de haber desayunado y tomarme mi tiempo, sin prisas, para coger los libros de todo el día para no tener que volver a subir. Todos se me quedaron mirando... incuído el tutor, que había entrado ya hacía minutos en clase.
- ¿Como diablos se puede llegar tarde viviendo encima de las clases?
- Años de práctica y muy pocas ganas de ver la mismas caras aburridas cada mañana.
No se rió, a diferencia que unos cuantos alumnos.
- Muy divertido, ya, mire, siento que tenga que aguantar mi cara, pero al menos hoy si tiene una cara nueva al lado. ¿Se sienta de una vez?
Se me cortó la risa de pronto al ver de qué estaba hablando. Dios mio... Aquello tenía gracia. Bueno, no mucha en realidad, pero no esperaba tener como compañera de pupitre a la nueva. Como tampoco había esperado que tuviera mi misma edad. Oh, dios, ¿por que tanto odio?
La clase comenzó, y para variar, no me interesaba lo más mínimo volver a dar la misma conjugación otra vez más. Que profesor mas idiota. No, ese no es el problema, el problema es que cree que nosotros somos idiotas. No hay mas que ver como nos habla. Pfff... Tampoco tenía nadie con quien hablar ahora. Vale, si... Pero no tenía absolutamente ningún tema con el que entablar conversación con la única persona que había al lado. Permanecí un rato callado, pensando, sin que se me ocurriera nada. Cuando me miró también, con cara de pocos amigos, decidí decir lo primer que se me vino a la cabeza.
- No se como lo has hecho tía, pero llegaste ayer y no hay nadie en el instituto que no sepa quien eres. Por cierto, supongo que no te llamas tía, ¿no?

Cuando terminé de desayunar, fui a por el libro de Aleman, asignatura que me tocaba a primera hora y fui a clase. Entré y me dijeron que me sentase al fondo, despeus de unos minutos entro ese chico que ayer por la mañana no habia hecho otra cosa mas que mirarme y cabrearme.

- ¿Como diablos se puede llegar tarde viviendo encima de las clases?-Dijo el profesor

- Años de práctica y muy pocas ganas de ver la mismas caras aburridas cada mañana.

Unos cuantos se rieron.

- Muy divertido, ya, mire, siento que tenga que aguantar mi cara, pero al menos hoy si tiene una cara nueva al lado. ¿Se sienta de una vez?

Él me miró atentamente, parecía molesto. Depues de sentarse y un largo silencio, habló

- No se como lo has hecho tía, pero llegaste ayer y no hay nadie en el instituto que no sepa quien eres. Por cierto, supongo que no te llamas tía, ¿no?

Solté una carcajada, era un tipo gracioso.

-Callense de una vez, los de atras-Nos chilló el profesor. Volví a reir.

-Me llamo Shane, y si, parece que me he vuelto famosa, no es mi culpa, odio que la genet vaya insultando y criticando a los demas, por eso defendi a esa niña... Rebel, creo que se llama.