Promesa de sangre

Bueno, no sé si éste es el lugar adecuado para colgar una historia mía no relacionada con Idhún xD Pero creo que lo es. Voy a colgar mi historia aquí ^^ Espero que os guste.

----- Introducción -----

Desde el principio de los tiempos, el balance de la sociedad entre los licántropos, los vampiros y los humanos era desequilibrado. Los vampiros solían alimentarse de humanos: los más ansiosos bebían la sangre de la primera persona con la que se topaban, los menos sedientos se alimentaban de animales, y los vampiros que tenían corazón pero ansias de matar, asesinaban a los criminales y bebían de su sangre. Había muchos tipos de vampiros, al igual que de humanos y licántropos. Los hombres mordidos por el primer licántropo creado, se transformaban en hombres lobo para toda la vida, bajo la forma de una bestia… Pero los hombres mordidos por los descendientes del primer licántropo, podían regresar a su forma humana cuando ellos quisieran, pero con una condición: transformarse todas las noches de luna llena.

Antiguamente, Drácula, también conocido como Vlad Von Carstein, utilizaba como esclavos a los licántropos para vigilar las murallas del castillo por el día en la ausencia de los vampiros, y así tener una defensa impenetrable: vampiros vigías por la noche, y guardias licántropos el resto del día. Los maltrataba constantemente como perros falderos; para Drácula no eran más que bestias violentas incapaces de controlar su instinto. Aunque bien sabía que aquellos hombres lobo podrían matarle a él, por lo que creó una especie de poción para retener la licantropía de cualquier esclavo justo cuando le fuera a atacar. La rebelión de los licántropos hacia los vampiros fue todo un éxito, dando a entender a los vampiros que ellos eran los superiores. Pero ambos no sabían que sus poderes estaban igualados, que nadie era más que nadie, y que algún día existiría otro ser más poderoso que les pudiera vencer. O no.

La guerra entre ambas razas continuó activa durante siglos, nacidos para matar a la otra raza y eliminarla por completo. Los humanos, cada vez más incómodos por los destrozos que causaban ambas razas en sus hogares, decidieron dar fin a toda aquella guerra. Crearon balas de plata contra los licántropos, y los echaron de sus tierras. Las iglesias, sabiendo que los vampiros eran hijos del diablo, utilizaron armas blancas bañadas en agua bendita en contra de ellos.

Así fue cómo la sociedad entre las tres razas quedó en paz. Los vampiros se ocultaban en cavernas o casas abandonadas, alejadas de la mano de Dios, de la luz del sol. Cazaban animales para poder alimentarse, y reprimir así su instinto contra los humanos. Los licántropos vivían en el bosque, o en lugares donde habitaba la naturaleza y los animales suficientes para poder alimentarse. Los humanos proseguían en sus tierras fértiles, ignorando la existencia de vampiros y licántropos. Todos vivían en paz, y pasaron siglos y siglos… Hasta que llegaron ellos.

Los humanos talaron bastantes árboles para construir casas, destruyendo los hogares ocultos de los licántropos y obligando a los vampiros a abandonar las ruinas, puesto que los humanos las destruirían al ser inútiles, y sustituirían ese lugar por nuevas casas. Ambas razas, que estaban en desacuerdo entre ellas, tuvieron una misma idea. Licántropos y vampiros se harían pasar por humanos, puesto que ellos tienen esas dotes, y se adaptarían a la vida social de las personas. En el momento justo, ellos atacarían por sorpresa… y por venganza.

Así funcionó, pues, el método de aquellas dos razas, hasta que se cansaron de pelear contra humanos inútiles. Eran muy fáciles de matar, con tal de morderles o desgarrarles la garganta, les matabas. Ambos añoraban las peleas de antes, pero volverían a ser desterrados de las tierras humanas. Si seguían apareciendo en más pueblos asesinando gente inocente o matándose entre ellos, las iglesias y los cazadores se darían cuenta, y utilizarían las armas letales contra ellos.

El licántropo líder y el vampiro jefe decidieron hacer un trato: ocultarse entre los humanos hasta que llegara el día en el que se olvidaran de ellos, y, por fin, atacaran por sorpresa. Ambas razas se odiaban, y estuvieron a punto de matarse entre ellos, pero para poder hacerlo… debían de eliminar antes a los humanos.